La avena trasnochada o, en inglés, overnight oatmeal, es un desayuno muy popular, sobre todo actualmente, que la sociedad tiene tendencia a ser "fitness". En sí misma, la avena es muy versátil porque la podemos consumir en varias presentaciones, además de que le podemos añadir casi cualquier otra cosa para mejorar su sabor.
Para la preparación de este desayuno habrá 2 alternativas. Es importante tener en cuenta que, como su nombre lo indica, es "trasnochada", lo que quiere decir que se debe preparar desde la noche anterior para que tome la consistencia deseada.
Para la primera necesitamos:
- 4 cucharadas de yogur griego natural
- Leche al gusto (de preferencia deslactosada y descremada)
- Media taza de avena
- Canela y/o vainilla al gusto
- Miel de maple o de abejas
- Banano
- Manzana roja
- Frutos secos
Lo que haremos será mezclar la leche con el yogur griego hasta hacer una mezcla homogénea. Luego, agregamos la avena, la canela o vainilla y revolvemos hasta que quede una especie de masa que llevaremos a la nevera y que deberá reposar por toda la noche.
Al día siguiente, picamos las frutas como más nos guste (bien sea en cubos o en rodajas) y las revolvemos con la miel para dar un mejor sabor y esta mezcla la añadimos a la avena que tenemos en la nevera. Lo único que queda es disfrutar de nuestro desayuno o empacarla para llevar.
Para la segunda necesitaremos varios ingredientes de la primera, pero con ligeras variaciones:
- 4 cucharadas de yogur griego de arándanos
- Leche al gusto (de preferencia deslactosada y descremada)
- Media taza de avena
- Vainilla (opcional)
- Frutos rojos (fresas y moras)
- Medio vaso de agua
- Un sobre o cucharadita de endulzante artificial
- Almendras
En la preparación mezclamos igualmente el yogur y la leche, pero teniendo en cuenta que toda la mezcla debe quedar con un color homogéneo. Añadimos la avena y revolvemos con la vainilla. En este punto no llevaremos la mezcla a la nevera todavía.
En una cacerola pequeña, ponemos los frutos rojos porcionados junto con el agua y el endulzante. Esta mezcla la llevaremos a fuego bajo para hacer una mermelada y aprovechar el sabor natural de las frutas. Simplemente hay que esperar a que el agua se torne espesa y a que las frutas se vean blandas. Cuando esté lista la mermelada, esperaremos a que se enfríe para ponerla con la avena que ya está preparada. Revolvemos las mezclas y añadimos las almendras para dar un toque crocante.
Ahora sí, podemos llevar nuestro desayuno a la nevera y esperar a que sea el momento de disfrutarlo.