7 TIPS PARA ESTAR SIEMPRE SALUDABLE
Todos hemos pasado por la situación en la que tenemos el propósito de estar más saludables, bajar de peso y sentirnos mucho mejor con nuestro cuerpo, pero después de el esfuerzo que ello requiere, nos rendimos y pensamos que es todo un sacrificio cumplir nuestra meta. Sin embargo, cuestiones de tiempo y dinero no son más una excusa, pues modificando ligeramente nuestros hábitos veremos un cambio positivo y nos sentiremos mejor en poco tiempo.
1. Tomar agua: los resultados se sienten por dentro y se reflejan por fuera. Tomarla en ayunas después de una noche activa el metabolismo y los órganos del cuerpo de manera saludable. El agua da al cuerpo una sensación de ligereza porque es densa, ocupa el estómago, pero en un buen sentido. La piel también agradece este hábito, pues se ve más lisa, hidratada y luminosa y las ojeras tienden a desaparecer en gran medida.
2. Eliminar los productos procesados: los químicos utilizados en la elaboración de estos productos no aportan nutrientes a nuestro cuerpo. Por el contrario, tienen grasas saturadas, colorantes y saborizantes artificiales que sólo agregan calorías que de inmediato se convierten en grasa y en colesterol.
3. Somos lo que comemos: la figura corporal es el resultado en un 70% de lo que comemos y en un 30% del ejercicio que hacemos, así que si no hay tiempo para ir al gimnasio o hacer una rutina, lo mínimo que se recomienda es que nos alimentemos de manera inteligente.
4. Pequeños cambios hacen grandes diferencias. Si queremos bajar de peso, debemos revisar la cantidad de calorías que consumimos diariamente y compararlas con las que deberíamos consumir en realidad, en proporción con nuestra estatura y nuestro índice de masa corporal. Con este dato, lo que debemos hacer es quemar diariamente más calorías de las que consumimos con cambios sencillos como caminar en lugar de tomar un bus o subir escaleras en lugar de utilizar el ascensor.
5. Si vamos a comer en algún lugar fuera de casa y no queremos excedernos, es importante conocer el menú del lugar para no pedir lo primero que se nos aparezca y romper la disciplina que nos ha costado tanto trabajo. Todos los restaurantes y sitios de comidas tienen, al menos, una ensalada con ingredientes saludables que no consumimos habitualmente, pero que nos podemos permitir.
6. Cumplir horarios en cada comida y comer porciones moderadas. Así el metabolismo se activa y se organiza para quemar la cantidad deseada de calorías.
7. Preparar los alimentos horneados o cocinados, en lugar de fritos. Consumir los alimentos crudos le permite a nuestro cuerpo tomar sus nutrientes completos, pero cuando no es posible (como en el caso de la carne), la recomendación es evitar freírlos o añadirles aceites y grasas, pues el alimento pierde gran cantidad de nutrientes y en cambio no se cocina en su propio jugo, sino en manteca que se adhiere a nuestro cuerpo, pero que es cero saludable.
CONSEJOS:
1. Si no te gusta el sabor o la textura del agua por sí misma, lo recomendado es añadir trozos enteros de fruta para que el agua adquiera su sabor.
2. Para evitar las tentaciones, es mejor no comprar ni tener a la mano ningún "mecato". En cambio, lo ideal es mantener frutos secos como maní o almendras y verduras como el apio para que el cerebro asimile el mensaje de tener algo crocante qué masticar.
3. Para tener un control más riguroso de qué es lo que comemos, la invitación es a preparar nuestras propias comidas. Así sabremos qué le estamos dando a nuestro cuerpo.
4. Si queremos ahorrar calorías innecesarias, podemos suprimir las salsas, los condimentos y las gaseosas. En cambio, podemos utilizar aderezos naturales como el jugo de limón y bebidas más nutritivas como jugos naturales o agua.